La mejor prevención para los problemas oculares y el diagnóstico de afecciones subyacentes es programar un examen ocular completo. Un oftalmólogo puede evaluar su salud ocular y ofrecerle el mejor tratamiento para garantizar la calidad de su visión. Los exámenes oculares pueden determinar no solo cambios en su visión, sino también detectar los efectos de la diabetes, el estrés y la hipertensión arterial.
Mantener un estilo de vida saludable, incluyendo dieta y ejercicio, puede garantizar que no desarrolle problemas de salud que puedan afectar sus ojos. Los ojos son complejos y requieren vitaminas y nutrientes para funcionar correctamente. Las investigaciones han concluido que ciertas vitaminas pueden ayudar a prevenir o retrasar la progresión de ciertas enfermedades oculares. Las vitaminas más importantes para incorporar a su rutina diaria incluyen la vitamina A, la vitamina C y la vitamina E. La vitamina A ayuda a proteger la córnea y actúa como una barrera que protege contra bacterias e infecciones. Las zanahorias, las espinacas, los tomates y otras frutas y verduras de color naranja y amarillo ricas en vitamina A pueden ayudar a prevenir la sequedad ocular. Aunque no es una vitamina, el zinc es un mineral eficaz que ayuda al cuerpo a transportar la vitamina A al hígado para producir melanina, el pigmento que da color a los ojos. El cuerpo no produce zinc de forma natural, por lo que añadir un suplemento o incorporar alimentos ricos en zinc ayudará a mantener una función ocular saludable. Los alimentos ricos en zinc incluyen la carne de res, el cerdo, el salmón, el yogur, los cereales fortificados, la leche y los huevos. La vitamina C es una excelente opción para prevenir las cataratas. El ácido ascórbico presente en la vitamina C ayuda a proteger los vasos sanguíneos de los ojos, protegiendo así contra la sequedad ocular. La vitamina E es un poderoso antioxidante que ayuda a proteger las células del ojo de los radicales libres que pueden destruir el tejido ocular sano.
Otros nutrientes que puede añadir a su consumo incluyen las vitaminas B6, B9 y B12, la riboflavina, la niacina, la luteína y la zeaxantina, la tiamina y los ácidos grasos omega-3. Los ácidos grasos omega-3 son beneficiosos para los pacientes con glaucoma, ya que reducen la presión intraocular, aumentan el flujo sanguíneo ocular y mejoran la función neuroprotectora óptica. Los alimentos ricos en omega-3 incluyen pescados grasos como el salmón o el fletán, así como huevos y carnes magras. Estos alimentos ayudan a aliviar la inflamación. Garantizan que las glándulas de Meibomio, ubicadas en los párpados, secreten suficiente aceite en las lágrimas para evitar que se evaporen demasiado rápido.
Las dietas mediterráneas son muy recomendables para la salud ocular. Reducir el consumo de alcohol y azúcar también beneficiará no solo la salud ocular, sino también la salud general. Controlar los niveles de azúcar en sangre ayuda a mantener un peso saludable e incluso puede ayudar a prevenir los riesgos asociados con la diabetes. La diabetes puede tener un efecto grave y negativo en la salud ocular. Por último, identifique cualquier alergia alimentaria. Los alérgenos alimentarios comunes incluyen la soja, el trigo, los lácteos y el maíz, y pueden interferir con el sistema inmunitario, causando afecciones que pueden afectar los ojos.
Para una evaluación general de la salud ocular y para analizar más formas de mejorar su salud y su efecto en sus ojos, comuníquese con Pendleton Eye al 760-758-2008 o SITIO WEB.






